Cielo


Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Apocalipsis 21:1.

Buscando en Internet lo que las personas piensan acerca del cielo, encontré lo siguiente: “Dicen que los benditos que alcancen la gloria y el cielo, pasarán la eternidad contemplado el rostro de Dios, en perpetua adoración. ¿Te seduce esa idea? ¿No será un poco aburrido? ¿No preferirías algo más humano, tal como cuidar el huerto y tus lechugas? ¿No te apetecerían más las setenta vírgenes del paraíso islámico? ¿O una reencarnación en lagartija, o algo así, que esté vivo?”

Creyeron


Y vio Israel aquel grande hecho que Jehová ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moiséssu siervo. Éxodo 14:31. El día que Jaime se unió al grupo de Alcohólicos Anónimos, todas las miradas se concentraron en él: alto, delgado, de cabello abundantey corto, emblanquecido prematuramente, vestía con esmero. Tenía unporte que lo destacaba de inmediato.
Con voz calma, pero segura y firme, se presentó: empresario de éxito, sólida situación económica, viudo, dos pequeñas hijas.
Tenía todo lo que, aparen­temente, se necesita para ser feliz. Pero, su vida había perdido sentido. Estaba en el grupo después de un intento fracasado de suicidio. Y contó que, después de la muerte de su esposa, se había refugiado en el alcohol, con idea de esconderse de su dolor.

Soy Así…

Textos e imagen, tomados de REFLEXIONES CRISTIANAS

“Los limpiaré de toda su maldad con que pecaron contra mí, y perdonaré todas sus iniquidades con que contra mí pecaron y contra mí se rebelaron” (Jeremías 33:8).

Hace algún tiempo, el cardiólogo solicitó que me hicieran una prueba especial: una ecocardiografía. Gracias a este procedimiento pudo observar el interior de mi corazón mientras latía y descubrió que tengo un prolapso en la válvula mitral.

Para la mayoría de los pacientes, esto no representa un grave riesgo para su vida, por lo que no suele ser preciso que pasen por un tratamiento específico o cambien radicalmente su estilo de vida.


¿Qué ocurrió con el pecado?


“Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante
de mí” (Salmo 51:3).

Tengo en mi biblioteca un libro que pregunta: “¿Qué ocurrió con el pecado?”.
En la actualidad se cometen crímenes atroces cuyos responsables quedan en libertad porque el jurado, aunque reconoce que el acusado es culpable, no lo considera responsable de la acción.

He leído de dos casos distintos en Inglaterra: en uno estaba implicada una camarera que, en una reyerta, había apuñalado a otra mujer hasta matarla; en el otro, una mujer, furiosa, había atropellado a su amante.
Ambas mujeres fueron absueltas del delito porque afirmaron que se condujeron así a causa del síndrome premenstrual.

Eso no es todo. Se dice que un miembro del gobierno de la ciudad de San Francisco declaró haber asesinado a un colega suyo y al alcalde de la ciudad porque había ingerido demasiadacomida chatarra”. El jurado dio un veredicto de homicidio voluntario en lugar de asesinato en primer grado. Según se dice, el jurado dictaminó que la comida chatarra había provocado una alteración de las capacidades intelectuales, lo
que era una atenuante de la culpa del asesino.
La sociedad moderna elimina el pecado culpando a la víctima. Así, las faltas come-tidas por los humanos se describen según el agresor consiga convertirse en víctima. Se supone que tenemos que ser lo bastante
sensibles y comprensivos como para ver que todos aquellos comportamientos que antaño solían clasificarse como pecaminosos, de hecho, son pruebas para hacer que el agresor se convierta en la víctima.

Quizá diga: “Pastor, ¿cómo puede influir este pensamiento en mi vida?”. Se lo explico. A menudo, en casa no queremos aceptar la responsabilidad de nuestros actos. “Fui duro con mis hijos porque me dolía la cabeza”. Eso significa: “No me eches la culpa a mí; échasela al dolor de cabeza”. O bien: “Grité a mi esposa y a mis hijos porque en el trabajo tuve un día muy complicado”. Con esto digo que mi enojo no
es culpa mía, sino que es la consecuencia de cómo me trataron en el trabajo.

Para que el Espíritu Santo pueda levantarnos, es preciso que aceptemos nuestra responsabilidad. Es posible que hayamos sufrido un fuerte dolor de cabeza o que en el trabajo nos hayan tratado muy mal, pero eso no es excusa para estar airados ni para dispensar malos tratos a los demás.

La sociedad intenta hacer que el pecado desaparezca diciendo que el pecado ya no es pecado. Un cristiano comprometido confiesa sus pecados. Jesús vino a salvar a los que admiten que son pecadores.
Señor, reconozco que soy pecador. Gracias por haber venido a salvar a los pecadores como yo.
Dios te bendiga,

YouTube bloquea película de Mahoma en Malasia

AFP | KUALA LUMPUR
 La página de intercambio de vídeos YouTube bloqueó el lunes el acceso en Malasia a la película antiislámica 'La Inocencia de los musulmanes' que provocó en los últimos días violentas protestas en numerosos países, anunció la compañía.

El acceso a esa película ya estaba bloqueado en Indonesia, India, Libia, Egipto, Afganistán y Pakistán.

Los vídeos de la película están bloqueados desde el domingo en Malasia, indicó a la AFP un portavoz de Youtube, propiedad del gigante estadounidense Google.

"Cuando se nos informa que un vídeo es ilegal en un país, bloqueamos el acceso tras realizar un profundo examen", declaró el portavoz.

 El gobierno malasio había interpuesto el sábado una demanda oficial ante YouTube.

Algunos extractos de la película todavía se podían ver en Youtube el lunes por la mañana, mientras que otros estaban bloqueados.

Al igual que numerosos otros países musulmanes, la película provocó manifestaciones en Malasia, aunque mantuvieron un cariz pacífico.

La película antiislámica provocó violentas manifestaciones en Egipto y en Libia, donde murió el embajador estadounidense, y se extendieron a países de África del Norte, Oriente Medio y Asia Pacífico.

Un llamamiento al arrepentimiento

Si ALGUNA PALABRA ha desaparecido casi por completo de la predicación y de la vida de muchos creyentes, esa es “arrepentimiento”. A muchos no les gusta oírla porque implica que somos responsables de lo que hacemos.
Sin embargo, si hubiéramos estado junto al Jordán, escuchando a Juan el Bautista, nos habríamos dado cuenta de que el suyo era un llamamiento al arrepentimiento. Juan no era el único en llamar al
arrepentimiento. Jesús mismo comenzó su ministerio llamando a!
arrepentimiento.