No bata el hierro mientras esta caliente

Tomado de Reflexiones Cristianas

Cuando lo maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino que encomendaba la causa al que juzga justamente” (1 Pedro 2:23).


Un viejo refrán dice: “a hierro caliente, batir de repente”. Por supuesto, se refiere a la labor del herrero. Esto significa que debemos aprovechar las oportunidades en el momento preciso en que se presentan.

Sin embargo, la experiencia me ha enseñado que en  las relaciones humanas batir el hierro caliente es exactamente lo que no hay que hacer.

Supongamos que mi hijo conduce el automóvil en el que viaja toda la familia y, por alguna razón, hace una maniobra muy arriesgada que nos pone a todos en peligro.
Yo podría sentirme tentado a gritarle: “¡Eh, ten cuidado! ¿Qué pretendes, matarnos? ¿Te dieron la licencia en una tómbola?”.

Si reacciono de esa manera, probablemente mi hijo se sienta humillado y me responda: “Conduciría mejor si no me gritaras todo el tiempo. Estoy harto de que siempre me digas qué tengo que hacer”.

He descubierto que cuando los sentimientos y las emociones son intensos, lo más sabio es callar. Es mejor esperar hasta que los ánimos se han enfriado un poco. Más tarde, con una sonrisa en los labios, podría decir: “Hijo, esta mañana, cuando ibas conduciendo, me asustaste de veras”. Con eso basta. Es casi seguro que mi hijo dibuje una sonrisa forzada y me responda: “Lo siento, papá, intentaré ir con más cuidado”.

Este mismo principio se aplica a los maridos y a las esposas, e incluso a los miembros de iglesia. Por alguna razón, por tendencia natural, sacamos a relucir los problemas cuando estamos enojados. Sin embargo, lo
que se dice de forma airada no hace otra cosa que echar más leña al fuego y es más que probable que nos persiga durante un buen tiempo.

Hay dos textos que podemos recordar cuando estallan las emociones: la respuesta suave aplaca la ira, pero la palabra áspera hace subir el furor” (Prov. 15:1); y: “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea
pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse” (Sant. 1:19).

Hay momentos en que lo correcto es hablar y otros en que lo mejor es callar; hay maneras de decir las cosas que son correctas y otras que son incorrectas. Una buena oración para hoy es: “Pon guarda a mi boca, Jehová; guarda la puerta de mis labios” (Sal. 141:3).
Dios te bendiga,

Hoy.... renunciaré a lo que desagrada al Señor


“Seis cosas aborrece el Señor y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre los hermanos” Prov 6:16-19.
Si yo quiero ser hoy, un discípulo fructífero debo entender y respetar tanto lo que le agrada a Dios, como aquello que le desagrada. La Biblia continuamente nos presenta las cosas que le agradan a Dios y las cosas que le desagradan.
La Biblia lo expresa ahora en este pasaje de Proverbios cuando menciona las siete cosas que Dios aborrece. Hoy decido no ceder a ninguna de estas siete cosas que surgen de un corazón desprovisto del toque personal de Dios.
Los ojos altivos, demuestran el orgullo que se convierte en la madre de todos los pecados.
La lengua mentirosa, la cual se rebela a vivir en el mundo hermoso de la luz y la verdad.
Las manos derramadoras de sangre inocente, que se levantan para quitar la vida de que aún no ha nacido o del que ya vive alegremente en la tierra de los vivientes.
El corazón que maquina pensamientos inicuos, el cual incuba los más horrendos sentimientos nacidos de un espíritu torcido.
Los pies presurosos para correr al mal, los cuales corren por el camino de su propia destrucción.
El testigo falso que habla mentiras, quien cerrando su puño y su corazón expresa su propia vanidad.
El que siembra discordia entre los hermanos, el cual no amando la paz la cercena con un corazón sin sentimientos. Y hoy no quiero ninguna de estas siete cosas las cuales Dios aborrece y que pueden amargar mi vida en este día.
Que mi corazón hoy, pueda andar tras los caminos que agradan al Señor los cuales son los senderos de la humildad, la verdad, el compartir vida a otros, el corazón que esta llena de buenos y sanos pensamientos, los pies que transitan los caminos del bien, el testigo que proclama la verdad de Dios y aquel que siempre la paz y la unidad entre los hermanos. En esos senderos hoy quiero transitar.
Señor. Caminar por caminar no tiene sentido para mí en este día…Más quiero caminar con propósito sabiendo que al caminar con propósito siempre buscaré lo que te agrada. Si camino sin propósito y marcho por la vida solo por caminar. Terminaré haciendo precisamente aquello que no te agrada. Es más, todo aquellos que tú aborreces. Gracias por que hoy me das esta oportunidad de caminar por el sendero de tu agrado. Amén.

Comprobando la historia de Ezequías

Tomado de:  eTeacherBiblical.com

Como profesor de Hebreo Bíblico recibo durante la semana muchas preguntas sobre la Biblia Hebrea. Una de las preguntas que recibí es de Jim de Australia, un participante del Seminario en línea de Hebreo Bíblico que me pedía que le explique cómo el Rey Ezequías pudo ganar el Imperio de Asiria cuando Oseas, el rey del Reino del Norte, hijo de Ela, no pudo lograrlo.
Bien, estimado Jim, te agradezco la pregunta y voy a tratar de responderte lo mejor que pueda.
Esta fue una de las primeras veces que tuve que buscar una respuesta en el ámbito de la arqueología. Otra cosa que es importante tener en cuenta, es que los estudiosos llamaron Deuteronomista a la persona que escribió el libro de los Reyes, y probablemente los libros de Josué, Jueces y Samuel, haciendo referencia al historiador que se refugió en Judá después del exilio y escribió toda la historia que se encuentra en estos libros, utilizando por una parte datos que recogió y por otra, sus propias ideas. Esto significa que la información que leemos sobre el Reino Judío es diferente de la que encontramos sobre el Reino del Norte.
En alusión a este tema podemos decir que la ideología que hay en la Biblia es prácticamente la misma. Si un Rey fue pecador, y también lo fueron sus padres, seguramente su destino no será bueno, como podemos ver en 2 Reyes 17:1-6, 20-23.
El exilio
" בִּשְׁנַת שְׁתֵּים עֶשְׂרֵה, לְאָחָז מֶלֶךְ יְהוּדָה:  מָלַךְ הוֹשֵׁעַ בֶּן-אֵלָה בְשֹׁמְרוֹן, עַל-יִשְׂרָאֵל--תֵּשַׁע שָׁנִים.   וַיַּעַשׂ הָרַע, בְּעֵינֵי יְהוָה:  רַק, לֹא כְּמַלְכֵי יִשְׂרָאֵל, אֲשֶׁר הָיוּ, לְפָנָיו.   עָלָיו עָלָה, שַׁלְמַנְאֶסֶר מֶלֶךְ אַשּׁוּר; וַיְהִי-לוֹ הוֹשֵׁעַ עֶבֶד, וַיָּשֶׁב לוֹ מִנְחָה.   וַיִּמְצָא מֶלֶךְ-אַשּׁוּר בְּהוֹשֵׁעַ קֶשֶׁר, אֲשֶׁר שָׁלַח מַלְאָכִים אֶל-סוֹא מֶלֶךְ-מִצְרַיִם, וְלֹא-הֶעֱלָה מִנְחָה לְמֶלֶךְ אַשּׁוּר, כְּשָׁנָה בְשָׁנָה; וַיַּעַצְרֵהוּ מֶלֶךְ אַשּׁוּר, וַיַּאַסְרֵהוּ בֵּית כֶּלֶא.   וַיַּעַל מֶלֶךְ-אַשּׁוּר, בְּכָל-הָאָרֶץ; וַיַּעַל, שֹׁמְרוֹן, וַיָּצַר עָלֶיהָ, שָׁלֹשׁ שָׁנִים.   בִּשְׁנַת הַתְּשִׁעִית לְהוֹשֵׁעַ, לָכַד מֶלֶךְ-אַשּׁוּר אֶת-שֹׁמְרוֹן, וַיֶּגֶל אֶת-יִשְׂרָאֵל, אַשּׁוּרָה; וַיֹּשֶׁב אוֹתָם בַּחְלַח וּבְחָבוֹר, נְהַר גּוֹזָן--וְעָרֵי מָדָי.... וַיִּמְאַס יְהוָה בְּכָל-זֶרַע יִשְׂרָאֵל, וַיְעַנֵּם, וַיִּתְּנֵם, בְּיַד-שֹׁסִים--עַד אֲשֶׁר הִשְׁלִיכָם, מִפָּנָיו.  כִּי-קָרַע יִשְׂרָאֵל, מֵעַל בֵּית דָּוִד, וַיַּמְלִיכוּ, אֶת-יָרָבְעָם בֶּן-נְבָט; וַיַּדַּח יָרָבְעָם אֶת-יִשְׂרָאֵל מֵאַחֲרֵי יְהוָה, וְהֶחֱטִיאָם חֲטָאָה גְדוֹלָה.  וַיֵּלְכוּ בְּנֵי יִשְׂרָאֵל, בְּכָל-חַטֹּאות יָרָבְעָם אֲשֶׁר עָשָׂה:  לֹא-סָרוּ, מִמֶּנָּה.  עַד אֲשֶׁר-הֵסִיר יְהוָה אֶת-יִשְׂרָאֵל, מֵעַל פָּנָיו, כַּאֲשֶׁר דִּבֶּר, בְּיַד כָּל-עֲבָדָיו הַנְּבִיאִים; וַיִּגֶל יִשְׂרָאֵל מֵעַל אַדְמָתוֹ, אַשּׁוּרָה, עַד, הַיּוֹם הַזֶּה. "
«En el año doce de Acaz, rey de Judá, Oseas, hijo de Ela, comenzó a reinar sobre Israel en Samaria, y reinó nueve años.  Hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, aunque no como los reyes de Israel que habían sido antes de él. Subió contra él Salmanasar, rey de Asiria, y Oseas fue hecho su siervo, y le pagaba tributo. Pero el rey de Asiria descubrió una conspiración de Oseas, quien había enviado mensajeros a So, rey de Egipto, y no había pagado tributo al rey de Asiria como había hecho año tras año. Por tanto el rey de Asiria lo detuvo y lo encadenó en la cárcel. Entonces el rey de Asiria invadió todo el país y subió a Samaria, y le puso sitio por tres años. En el año noveno de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaria y se llevó a Israel al destierro en Asiria, y los puso en Halah y en Habor, río de Gozán, y en las ciudades de los Medos...Y el SEÑOR desechó a toda la descendencia de Israel, y los afligió y los entregó en mano de saqueadores, hasta que los echó de su presencia. Cuando Él arrancó a Israel de la casa de David, ellos hicieron rey a Jeroboam, hijo de Nabat. Entonces Jeroboam apartó a Israel de seguir al SEÑOR, y les hizo cometer un gran pecado. Los Israelitas anduvieron en todos los pecados que había cometido Jeroboam; no se apartaron de ellos, hasta que el SEÑOR quitó a Israel de Su presencia, como Él había hablado por medio de todos Sus siervos los profetas. E Israel fue llevado de su propia tierra al destierro, a Asiria, hasta hoy
Al leer los primeros seis versículos podemos entender por qué el Rey del Norte se exilió con su pueblo: no eran leales al Rey de Asiria. Después de leer los últimos cuatro versículos vemos que El Señor, que es el Dios de la historia, entregó al rey y a sus ciudadanos en manos de los Asirios porque no cumplían sus mandamientos. Cuando el Rey de Asiria quiso conquistar Jerusalén, que estaba en el territorio de Judá, el destino fue diferente. En la Biblia queda claro que Dios no lastima a un rey bueno, y Ezequías fue uno de esos reyes, como se describe en 2 Reyes 18:1-7. Esto se comprueba cuando Dios hace un milagro y mata a 185.000 soldados del ejército de Asiria con la ayuda del ángel del Señor, como podemos leer en 2 Reyes 19: 35-36-
" וַיְהִי, בַּלַּיְלָה הַהוּא, וַיֵּצֵא מַלְאַךְ יְהוָה וַיַּךְ בְּמַחֲנֵה אַשּׁוּר, מֵאָה שְׁמוֹנִים וַחֲמִשָּׁה אָלֶף; וַיַּשְׁכִּימוּ בַבֹּקֶר, וְהִנֵּה כֻלָּם פְּגָרִים מֵתִים.  וַיִּסַּע וַיֵּלֶךְ, וַיָּשָׁב סַנְחֵרִיב מֶלֶךְ-אַשּׁוּר; וַיֵּשֶׁב, בְּנִינְוֵה
«Los demás hechos de Ezequías y todo su poderío, y cómo hizo el estanque y el acueducto, y trajo agua a la ciudad, ¿no están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Judá?»
Este verso y los que se encuentran en 2 Crónicas 30:1-7, 30 nos muestran cómo esta inscripción describe el encuentro de dos grupos de excavadores. Este encuentro entre los dos grupos me recuerda al encuentro en línea, en nuestras clases, entre personas de diferentes partes del mundo, a los seminarios en línea, a las páginas de Facebook y más. Al igual que en el túnel de Ezequías, en estos encuentros también hay agua, el agua de los hebreos.
Que tengan una bendita semana, Eli.

Ayunar con Alegría


 Trata no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará en público”(Mateo 6:18).

Nuestra generación solo tiene dos grandes intereses: el sexo y la comida. Nuestra raza no puede subsistir sin ninguno de los dos, pero esos dones de Dios acaparan todas nuestras energías; por lo que vivir de manera santa se convierte en algo imposible. Aunque nos dio un cuerpo y, con él, unos instintos básicos, Dios nos pide que mantengamos nuestra parte física sometida a la espiritual. El cuerpo tiene que ser nuestro siervo, no nuestro dueño.

El pastor que siempre estará con nosotros


En el último Seminario en línea, que fue el primero del Año Nuevo, hablamos sobre la ayuda del Señor cuando nos encontramos en una situación difícil. Uno de los Salmos que mencionamos fue el Salmo 23 que el pueblo judío acostumbraba a leer en la mañana del Shabbat.